El camino no tuvo inconvenientes, ni gente con actitudes que llamasen mi atención. El metro no se detuvo más tiempo de lo debido y el “aroma a humanidad” no era tan intenso como otras veces, así que el viaje fue, dentro de todo, agradable.
Cuando logré salir, me di cuenta de lo temprano que se despierta uno, para ver que todas las demás personas están durmiendo… el local estaba casi vacío! con suerte encontré sus puertas abiertas (y yo creo que fue porque se les olvidó cerrar anoche).
Logré encontrar a un tipo… muy dormido ordenando las cosas:
Tipo: Mire… abren a la una en verdad, así que mejor vuelva a esa hora.
Tipo: No =).
Sí, hice una pataleta… pero funcionó x3, me atendieron.
Me tocó esperar 15 minutos y me entregaron el tan preciado objeto… de mi obsesión, frustración, cansancio, ira y alegría.
Y ahora estoy en la pega, con el regalo en el bolso y unas ganas increíbles de ver tu cara cuando lo veas.
A la chucha puedo mandar a la niña que, con buenas intenciones, me dijo “escríbele un papel que diga ‘vale por x’, si al final igual sería lo mismo”. Pero no es lo mismo. No me gusta preparar mucho las cosas y esto definitivamente no lo preparé, salió tan natural como respirar o tirarse un pedo xD.
