domingo, 9 de mayo de 2010

Sin previo aviso

Cuando alguien se suicida, es algo inesperado. Sólo lo hace, sin preámbulos ni explicaciones. Busca el mejor lugar que le acomoda para el hecho, y se tira.

No piensa en la gente que está alrededor o en su familia. Mucho menos en lo que dirán... que más da, si ya estas muerto.

Los que tienen peor suerte (o mejor, según el punto de vista) sobreviven, ya sea con las mil y una fracturas, un problema que le durará toda la vida, matando o afectando sin querer a otra persona, o con la burla de "cómo pudo ser tan weón".

Y tampoco podemos olvidar el otro lado, el de los que ven o saben la noticia. Es una razón más de copucheo, para estar sentados haciendo sobremesa y hablar del tema, para elucubrar sobre los porqué e indicar con el dedo a los culpables: fue el padre y su tiranía, el agobio del trabajo o la típica de "se mató por un amor no correspondido".

Somos básicos. No nos duele a nosotros ni nos afecta. Sólo lo sabemos.

Cuando los familiares ven en Terra que el nombre de su amigo/pariente está mal escrito, les duele en el alma y llaman desconsolados pidiendo que por respeto lo pongan correctamente.

Cuando ven un accidente en las noticias y después de unas cuantas horas saben que Juanito estuvo ahí, se les cae el mundo encima. Y no importa si están trabajando o apagando un incendio en la pega. Mucho menos si está lloviendo y no tienen un paraguas a mano.

Quizás Juanito decidió matarse, pero con él logró matar una parte de cada persona que lo conocía.

jueves, 6 de mayo de 2010

Long Time Ago...






























Hace mucho que no me metía a este sitio. Hace mucho que no lo actualizaba tampoco.
Lo dejé de lado como muchas otras cosas, sin razón aparente... por que no la hay.
Pero también comencé varias otras! estudiar chino, ir a un diplomado y trabajar, ah! y tener vida de vez en cuando.

Cada vez que cuento esto me miran con cara de espanto y me pregunta: ¿de dónde sacas el tiempo y la energía para hacer tantas cosas? yo no podría".

Y creo que es ese el punto. No es que pueda es que quiero hacerlo. Estoy cómoda, tranquila y no me afecta estudiar los días de semana y que mi jefa me diga que soy matea por poder seguir el ritmo...

¿La mejor parte? (una bastante ególatra en realidad) es que me quedo con la genial sensación interna de que yo decidí, puedo y quiero hacer todo esto, mientras que los que me miran con cara de asombro/admiración/estás enferma no se atreven a realizar algo semejante, ya sea por miedo o flojera. Y no hablo de dinero, porque los que me miraron así tienen la plata como para hacerlo.

Refresh...