Sí, tal cual, me auto censuro. Eso me dijeron hoy por lo menos.
Estuve en un curso de oratoria, no el de la U. Entre personas con trabajos estables, otros que ya habían hecho su tesis y yo =O, un pequeño ser indivisible.
Había que presentarse y hablar de la familia y de tí mismo. Yo no lo hice =P, me fui para otro lado y conté el porqué de mi apellido Cabestrero, la guerra civil española y todo ese bla bla de mi historia que, en realidad, me fascina.
Me toca a mí, hablo y cuando termino, salen 4 comentarios =o (los generalizo porque en realidad fueron muchos):
1. Nerviosismo y ansiedad
2. Me falta respirar!!
3. Buena estructura de vocabulario y buen hilado de la historia
4. Soy dulce o.o
Los ptos. 1 y 2 me los esperaba, han sido mi pan de cada día frente al público, pero nunca me esperé el 3 y mucho menos que soy dulce o.O. Y es que la duzura suele llegar a la gente como un "no le puedo decir que no" o.o ... llega a ser amenazante xD Nunca me lo habían dicho y es agradable que te digan en qué fallas y que necesitas fortalecer.
Este curso me gusta. No es ponerse frente a todos y hablar para que ser evaluado sin explicaciones (en la U nunca me gustó ese ramo (oratoria) por lo mismo... me cargan las clases que me dejan cero materia gris que procesar =/).
Aquí la conclusión es la siguiente ( y ojo que le sirve a todos): si tu imagen no se distancia de tu identidad, no tendrás problemas para enfrentarte a los demás. No necesitas demostrar nada a nadie, ¿para qué? si se supone que pones en la mesa todo aquello que te implica ¿qué podrías demostrar? es absurdo.
Si tienes una imagen distinta a tu "yo", tienes que sustentar dos cosas: lo real y la máscara que todos los demás conocen. Y cuando se te cae (no hay mentira que resista) quedas destrozado, porque eso eras frente a los demás.
Ser uno mismo... y a la ñoña con las máscaras nomás XD. Ya solucionaré mi problema de nerviosismo =P.
Chancho's Happiness
martes, 8 de mayo de 2007
jueves, 3 de mayo de 2007
Segundo Trabajo Prensa
En Valparaíso:
Un día 3 de mayo de 1866, el submarino Flach, el primero creado en Chile, se hundió en las profundidades del mar de Valparaíso. A 141 años de esta tragedia, un grupo de personas (que incluye a gente de la Armada de Chile, técnicos, arqueólogos, buzos tácticos y al documentalista Juan Enrique Benítez) podrían haber encontrado sus restos a 42 metros de profundidad, justo enfrente del edificio central del Bote Salvavidas.
En su interior (de 12,5 metros de largo y 2,5 metros de ancho) se encontrarían los cuerpos de 11 personas: los chilenos Adolfo Pulgar y Francisco Rodríguez, 5 alemanes, 2 franceses y al creador de la invención Kart Flach junto a su hijo de 16 años.
Según Daniel Malfanti, capitán del equipo de Buzos Tácticos, existen varias teorías sobre porqué el submarino se “sumergió para no volver”, pero la más aceptada de todas es la ruptura de una de las válvulas que proveían oxígeno a la cabina. Esto podría haber ocurrido por el aumento de presión al adentrarse en el mar.
La Operación Flach, es parte de las propuestas que tiene el proyecto Bicentenario, en donde está contemplada la búsqueda del aparato y su recuperación para exhibirlo como monumento histórico de Chile.
Con el hallazgo realizado, existe un inconveniente por sortear antes de poder investigar el objeto y saber si realmente es el Flach: el equipo de trabajo sólo tiene permiso para la búsqueda, pero no para desenterrar el submarino y modificar el suelo marítimo de Valparaíso.
Existen registros de más de 500 naufragios sepultados en el mar desde el siglo XVI. Es por este motivo que la bahía es reconocida como monumento histórico desde 1996 y, por tanto, está protegida por el Consejo de Monumentos Nacionales. Para que el equipo del Nautilus chileno pueda continuar su investigación, presentarán un proyecto ante el Consejo que diga, con detalle, cómo y porqué deberían hacerlo. “Será presentado en las próximas semanas”, afirma el productor del proyecto Flach Juan Enrique Benítez.
En busca del Flach
Una de las principales claves para el encuentro de este “magnífico invento”, según el arqueólogo de la Universidad SEK, fue el hallazgo de mapas de la época donde se mostraban las boyas en donde, posiblemente, había acontecido la catástrofe. Esta información fue obtenida gracias a la investigación de la Armada en los Archivos Nacionales del Reino Unido.
La exploración de las costas de Valparaíso se hizo en dos etapas: en la primera, se estableció una zona que, gracias a registros históricos, daban una señal del posible trayecto del submarino. El capitán de los Buzos Tácticos Daniel Malfanti, considera que esto fue posible ya que el medio marítimo no podía estar constantemente debajo del agua, por lo cual subía a la superficie de vez en cuando.
El 20% de esta área logró ser escaneada con la ayuda de BENTOS (empresa que implementa tecnológicamente a los servicios marítimos), incorporando un Sonar de barrido lateral (SSS) y un Perfilador del suelo marino (SBP), técnicas de punta para la investigación. Ambos pueden generar imágenes del fondo marino de la misma manera como lo hace un murciélago al volar: manda sonidos al ambiente que rebotan cuando encuentran un obstáculo y, al regresar (en este caso al aparato) el objeto en cuestión es detectado y transformado en una imagen digital.
Al finalizar la primera etapa el 21 de diciembre de 2006, se hallaron 12 objetos de interés que se asemejaban en forma al submarino creado por Kart Flach, pero que no reunían todas las características necesarias. Pedro Pujante, decano de Arqueología de la Universidad SEK, fue uno de los mayores críticos al respecto: “Existen ciertos elementos que tienen que coincidir en la búsqueda; de las 12 formas algunas eran cilíndricas, otras estaban en la dirección incorrecta respecto al sentido que tomó el medio marítimo al zarpar, etc.”.
La segunda etapa de la búsqueda se inició el mes pasado. Sebastián Piñera, el empresario de Renovación Nacional, se integró como uno de los auspiciadores del proyecto, junto a Lider y Viña Cousiño Macul. Gracias a los mapas encontrados en los Archivos de Reino Unido, se logró reafirmar la teoría de que la zona de búsqueda era la correcta. Confirmado lo anterior, más de 50 buzos tácticos se adentraron en el mar en busca del submarino.
El sábado 21 de abril Daniel Malfanti, sin darse cuenta, estaba parado en lo que parecía una estructura cilíndrica que sobresalía del suelo marino: “Estaba recubierto de fango y tierra ¡Era enorme! Y yo ni me había dado cuenta de su presencia”. El fango tiene la propiedad de conservar las cosas que cubre, pero los restos de los tripulantes, según el capitán, no correrían la misma suerte, ya que los crustáceos de la zona ya los habrían devorado en estos 141 años que han pasado desde la tragedia.
Los cálculos de BENTOS indican que el posible Flach estaría sumergido en un sedimento de fango de uno a dos metros de profundidad. La forma encontrada mide 14 metros de largo y 4 de ancho, lo cual se ajustaría a las proporciones del submarino (considerando la gruesa capa de lodo que lo cubriría después de tanto tiempo). Además, está orientado en dirección norte. Todas estas concordancias, según el arqueólogo Pedro Pujarte, son suficientes para creer que eso es lo que buscan.
La única manera de que sea desenterrado, es que el Consejo de Monumentos Nacionales acceda a la propuesta que será enviada en las próximas semanas por el Proyecto Flach. Este trámite puede alargar la espera hasta dentro de 90 días más.
Submarino Flach habría sido
encontrado después de 141 años
Después del hallazgo marítimo, la única manera de poder investigarlo es con el permiso del Consejo de Monumentos Nacionales. Y, si éste lo permite, uno de los proyectos del Bicentenario estaría a medio camino de completarse.encontrado después de 141 años
Un día 3 de mayo de 1866, el submarino Flach, el primero creado en Chile, se hundió en las profundidades del mar de Valparaíso. A 141 años de esta tragedia, un grupo de personas (que incluye a gente de la Armada de Chile, técnicos, arqueólogos, buzos tácticos y al documentalista Juan Enrique Benítez) podrían haber encontrado sus restos a 42 metros de profundidad, justo enfrente del edificio central del Bote Salvavidas.
En su interior (de 12,5 metros de largo y 2,5 metros de ancho) se encontrarían los cuerpos de 11 personas: los chilenos Adolfo Pulgar y Francisco Rodríguez, 5 alemanes, 2 franceses y al creador de la invención Kart Flach junto a su hijo de 16 años.
Según Daniel Malfanti, capitán del equipo de Buzos Tácticos, existen varias teorías sobre porqué el submarino se “sumergió para no volver”, pero la más aceptada de todas es la ruptura de una de las válvulas que proveían oxígeno a la cabina. Esto podría haber ocurrido por el aumento de presión al adentrarse en el mar.
La Operación Flach, es parte de las propuestas que tiene el proyecto Bicentenario, en donde está contemplada la búsqueda del aparato y su recuperación para exhibirlo como monumento histórico de Chile.
Con el hallazgo realizado, existe un inconveniente por sortear antes de poder investigar el objeto y saber si realmente es el Flach: el equipo de trabajo sólo tiene permiso para la búsqueda, pero no para desenterrar el submarino y modificar el suelo marítimo de Valparaíso.
Existen registros de más de 500 naufragios sepultados en el mar desde el siglo XVI. Es por este motivo que la bahía es reconocida como monumento histórico desde 1996 y, por tanto, está protegida por el Consejo de Monumentos Nacionales. Para que el equipo del Nautilus chileno pueda continuar su investigación, presentarán un proyecto ante el Consejo que diga, con detalle, cómo y porqué deberían hacerlo. “Será presentado en las próximas semanas”, afirma el productor del proyecto Flach Juan Enrique Benítez.
En busca del Flach
Una de las principales claves para el encuentro de este “magnífico invento”, según el arqueólogo de la Universidad SEK, fue el hallazgo de mapas de la época donde se mostraban las boyas en donde, posiblemente, había acontecido la catástrofe. Esta información fue obtenida gracias a la investigación de la Armada en los Archivos Nacionales del Reino Unido.
La exploración de las costas de Valparaíso se hizo en dos etapas: en la primera, se estableció una zona que, gracias a registros históricos, daban una señal del posible trayecto del submarino. El capitán de los Buzos Tácticos Daniel Malfanti, considera que esto fue posible ya que el medio marítimo no podía estar constantemente debajo del agua, por lo cual subía a la superficie de vez en cuando.
El 20% de esta área logró ser escaneada con la ayuda de BENTOS (empresa que implementa tecnológicamente a los servicios marítimos), incorporando un Sonar de barrido lateral (SSS) y un Perfilador del suelo marino (SBP), técnicas de punta para la investigación. Ambos pueden generar imágenes del fondo marino de la misma manera como lo hace un murciélago al volar: manda sonidos al ambiente que rebotan cuando encuentran un obstáculo y, al regresar (en este caso al aparato) el objeto en cuestión es detectado y transformado en una imagen digital.
Al finalizar la primera etapa el 21 de diciembre de 2006, se hallaron 12 objetos de interés que se asemejaban en forma al submarino creado por Kart Flach, pero que no reunían todas las características necesarias. Pedro Pujante, decano de Arqueología de la Universidad SEK, fue uno de los mayores críticos al respecto: “Existen ciertos elementos que tienen que coincidir en la búsqueda; de las 12 formas algunas eran cilíndricas, otras estaban en la dirección incorrecta respecto al sentido que tomó el medio marítimo al zarpar, etc.”.
La segunda etapa de la búsqueda se inició el mes pasado. Sebastián Piñera, el empresario de Renovación Nacional, se integró como uno de los auspiciadores del proyecto, junto a Lider y Viña Cousiño Macul. Gracias a los mapas encontrados en los Archivos de Reino Unido, se logró reafirmar la teoría de que la zona de búsqueda era la correcta. Confirmado lo anterior, más de 50 buzos tácticos se adentraron en el mar en busca del submarino.
El sábado 21 de abril Daniel Malfanti, sin darse cuenta, estaba parado en lo que parecía una estructura cilíndrica que sobresalía del suelo marino: “Estaba recubierto de fango y tierra ¡Era enorme! Y yo ni me había dado cuenta de su presencia”. El fango tiene la propiedad de conservar las cosas que cubre, pero los restos de los tripulantes, según el capitán, no correrían la misma suerte, ya que los crustáceos de la zona ya los habrían devorado en estos 141 años que han pasado desde la tragedia.
Los cálculos de BENTOS indican que el posible Flach estaría sumergido en un sedimento de fango de uno a dos metros de profundidad. La forma encontrada mide 14 metros de largo y 4 de ancho, lo cual se ajustaría a las proporciones del submarino (considerando la gruesa capa de lodo que lo cubriría después de tanto tiempo). Además, está orientado en dirección norte. Todas estas concordancias, según el arqueólogo Pedro Pujarte, son suficientes para creer que eso es lo que buscan.
La única manera de que sea desenterrado, es que el Consejo de Monumentos Nacionales acceda a la propuesta que será enviada en las próximas semanas por el Proyecto Flach. Este trámite puede alargar la espera hasta dentro de 90 días más.
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