lunes, 14 de febrero de 2011

Ley del silencio n° 554

Puedes tener una hora, día o semana excelentes. Sentir que todo funciona como reloj. Que no hay nada malo, que el día está más soleado e, inclusive, que el aliento del perro huele mejor. Puedes hacer una y mil cosas, sin esperar nada a cambio, por obtener esos momentos o lograr que otros los tengan, con la simple idea de verlos felices, llenos, plenos completos... porque sabes que si la sonrisa en sus caras es lo suficientemente grande, no necesitas nada más que eso.


Pero el ser un humano tiene un gran, graaaaan defecto: siempre privilegia lo negativo a lo positivo. Son pocos los que te felicitan en el trabajo por hacer las cosas bien, menos todavía los que ven con buenos ojos el devolver esa billetera forrada en billetes que encontraste en la calle (te miran con cara de idiota, más que de otra cosa).


¿Por qué dejar que un detalle, un punto negro del porte de un alfiler empañe todo? ¿Que no ven la belleza de ese momento? "es que a las mujeres les gusta el drama" No. No tiene que ver con ser hombre o mujer, por lo menos esta vez. Algo que te encantaba, ya no te gusta tanto; aquello que te hacía reír ya no lo hace tanto.


Estamos llenos de defectos, así como el día y los momentos. Pero a veces parece mejor quedarse callados y no mencionarlos, aunque a uno no le importen tanto, porque no sabes como reaccionará el de al lado.


Hay que ver lo bueno, lo positivo, lo alegre, y si todo el día fue así ¿para qué re enfocarte en lo malo? 

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